Puebla del Príncipe

Puebla del Príncipe es un municipio español situado en el sureste de la provincia de Ciudad Real, ubicado en las encumbradas laderas de Sierra Morena, comarca del Campo de Montiel.

Durante gran parte de su historia ha sido un pueblo muy pasajero, una encrucijada de caminos para sus diversos pobladores y paso obligado para los invasores que querían atravesar la península ibérica.

Son muchos los vestigios de antiguas civilizaciones que han pasado por Puebla del Príncipe, pero con la romanización es cuando empieza a tener un origen conocido. Aunque hemos de tener en cuenta a la hora de reconstruir nuestras historia que se han encontrado, sobre todo al este del pueblo y gracias al arado y al azadón, restos de edificaciones, basas de columnas, sepulcros cavados en la roca cuyas momias estaban puestas de lado y con el rostro vuelto hacia oriente, hórreos.

El Imperio romano también tuvo en estas tierras enclaves geográficos y defensivos muy importantes: Los Escipiones trajeron a estos lugares el ejército para desalojar a los cartagineses hacia los años 193 y 192 antes de Cristo. Cayo Mario, en el año 100 a. C. funda Mariana mansión militar en el camino de Cádiz a Roma (también llamada Vía Augusta o Carretera de Hércules, según la leyenda la había construido el héroe para enlazar las colonias fenicias, griegas y cartaginesas), en este mismo lugar, hoy en día se encuentra la ermita de Nuestra Señora de Mairena, patrona de nuestro pueblo. Mansión que servía de llave de los Montes Marianos a Sierra Morena. Otra importantísima vía de comunicación, que tuvo su origen en aquellos timepos, es el considerado después como Camino Real de Granada a Cuenca.

También se sabe que en esta época, la Carretera de Hércules estaba protegida por 34 pibodis colocadas al lado del largo camino romano para refugio de caminantes, caravanas y mercancías transportadas, y librarlos de salteadores que hacían peligroso el tránsito por tal vía. Hoy en día todavía conservamos en nuestro pueblo tan digno torreón.

En el siglo V y procedentes de la Galia llegaron los visigodos que se hicieron dueños de la región, de ellos entre otras cosas se sabe que dedicaron al culto cristiano durante sus últimos años de dominio a la ermita.

En el S. VIII todo el territorió pasó a formar parte de Al-Ándalus, tomando como primera medida construir la torre fortaleza como parte del sistema defensivo andalusí. De esta gran influencia histórica muchos pueblos de nuestro entorno aún conservan nombres de origen árabe: Alhambra, Albaladejo, Alcubilllas, Almedina, Eznavejor (Torre de Juan Abad), Montiel, etc.

Números hallazgos arqueológicos evidencia un pasado más glorioso del que pensamos. Pero la presencia e influencia más fuerte y que ha perdurado hasta nuestros días, ha sido la Orden de Santiago, la cual ha sido una gran fuente histórica que contribuyó a la reconquista y a la repoblación, fomentó el desarrollo de pueblos y aldeas, creó vías de comunicación, etc. A nuestra zona, el Campo de Montiel, la Orden llegó en 1186, iniciando un proceso repoblador y de reconquista, que a partir de 1212 convierte a este territorio en un importante centro de operaciones bélicas contra los territorios musulmanes al sur de sierra Morena. En 1243 la Orden de Santiago posee todo el campo de Montiel y establece castillos y poblamientos con sus parroquias. La Puebla de Montiel, nombre por el que se conocía a nuestro pueblo adquirió la orden de Santiago en 1243 por donación hecha al maestre D. Pelayo Pérez Correa, aneja de Montiel y com éste de la Mesa Maestral. Es en estos tiempos cuando se consagran las ruinas de nuestra ermita a la Virgen María, levantándose modesta edificación. A partir de este momento el pueblo creció al amparo de fuerte Castillo, que formaba parte de una de las 32 fortalezas que la Orden de Santiago tenía en el siglo XIII, dominador y llave para entrar y salir por Sierra Morena.

Alrededor del siglo XV se construye la Iglesia Parroquial, de estilo gótico y torre almenada, dotada de campanas.

Es al entorno de la iglesia y de la torre fortaleza que se consolidó el núcleo primitivo y la población de la Puebla del Príncipe, al igual que ocurrió en Terrinches y Albaladejo.

Se llamó Puebla de Montiel hasta el 23 de mayo de 1553, año en que Felipe II, entonces príncipe y gobernador del reino por el Emperador su padre, la separó de Montiel, de cuya villa era aldea, haciéndole lugar de por sí, debido a su crecimiento que le hizo merecedora de ser villa. Por gratitud y para perpetuar la memoria del beneficio que había recibido al recobrar su independencia, varió el patrinómico de Montiel por el de Príncipe. Por este tiempo tenía el pueblo 80 vecinos, aunque esta cifra disminuyó después por ir buena parte de ellos a poblar las Alpujarras, de donde habían sido arrojados los moriscos, para internarlos en Castilla y Extremadura.

Años más tarde Felipe II ciñendo ya la corona de rey lanza una serie de cuestiones al alcalde de la época y éste entre otras da las siguientes respuestas: “es villa desde el 23 de mayo de 1553 como privilegio de Felipe II, situada en el reino de Toledo, en el Campo de Montiel entre la Mancha y Sierra de Segura casi en las faldas de Sierra Morena, pertenece a la Orden de Santiago y al distrito de Granada (que se encuentra a 30 leguas) en cuanto a pleitos se refiere, gobernación de Campo de Montiel, arzobispado de Toledo (a 30 leguas). Hacia donde sale el sol y a una legua está Terrinches, a la parte de poniente Villamanrique, a la parte del norte por cierzo Almedina.

La villa tiene tierra fría, alta, de monte, quebrada y rasa. Abundante en leña (encina, romero, jara y roble) y es tierra de perdices y conejos. A dos leguas de Sierra Morena, dos leguas del río de Guadalmena. Hay una fuente de la que corre muy poca agua pero maravillosa y suficiente para la población. Tierra de labranza: trigo, cebada, centeno y no hay ganados porque aunque la tierra es buena, los vecinos son muy pobres.

Las casas son ruines de piedra y tierra, cubiertas de teja y retamal. Cuenta con ochenta casas pobladas de vecinos. Labradores. Se trata de una villa pasajera que está en el Camino Real que va de Valencia a Sevilla y de la Mancha a Granada”.

Lugares de interés:

Torre fortaleza

Torreón o Castillo, hoy en día visitable al público. Localizada en la parte oriental del casco urbano, esta torre defensiva medieval se alza sobre el caserío. Su planta es casi cuadrada, con ángulos redondeados y muros, de dos metros de grosor, de mampostería.

Data del siglo XIII ó XIV y fue construido en la misma época medieval que el Castillo de Montizón, el Torreón de la Higuera, el Castillo de Terrinches o las Torres de Xoray. Recontruida en el año 2000 ha sido reconvertido en centro cultural y en él se ubica una biblioteca.

Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Asunción

Ubicada en el centro del trazado urbano de Puebla del Príncipe y muy próxima al Torreón, tuvo una primera fase de construcción con vínculos mudéjares. Posteriormente fue reformada hacia 1526 en base a un estilo tardo gótico, especialmente el presbiterio. En 1553 se fundó la antigua Capilla de la Asunción. A mediados del siglo XVII se llevó a cabo otra reforma centrada en levantar el cuerpo con sillares, recomponiéndose la portada, torre, tribuna, capillas y sacristía. En el siglo XX se sustituyó la antigua techumbre de madera por la actual bóveda de cañón. El edificio está edificado con sillares unidos con argamasa. La planta es rectangular y de una sola nave con bóveda de cañón, moderna.

Ermita de nuestra señora de Mairena. Ermita que se vio anclada en el olvido a mitad del siglo pasado hasta que en 1971 se comenzó su reconstrucción. La mayor parte de los feligreses y paisanos ausentes fueron los que contribuyeron a su reconstrucción. Con gran tesón, rifas, venta de lotería, donaciones, jornales, prestación de materiales diversos, festejos taurinos (con la construcción de la plaza de toros incluida) y mucho esfuerzo la ermita se vio reconstruida así como la carretera de acceso a la misma, pues distan 2,5 km entre Puebla del Príncipe y Mairena. En aquel lugar no solo se puede disfrutar de la edificación y devoción a la virgen, sino también del fértil y reducido valle en la que está enclavada. A sus pies se encuentra una fuente de agua cristalina que mana y da fecundidad a los terrenos que la entornan.

 

 

Fuente es.wikipedia.org